CÓMO ENTENDER LA RELACIÓN DE LA TAXONOMÍA DE BLOOM Y EL MODELO FLIPPED CLASSROOM

La taxonomía de Bloom creada por Benjamín Bloom, en 1956 en la Universidad de Chicago, es conocida y empleada en el mundo educativo para desarrollar los procesos de enseñanza y aprendizaje así como para corroborar el nivel cognitivo de los estudiantes.

La taxonomía funciona como una serie de pasos para ayudar a los alumnos a “ascender” de niveles de pensamiento de orden inferior a otros de orden superior. La mayoría de los alumnos no llegan (o llegan tarde) a la parte superior de la pirámide de Bloom (que representa los niveles complejos, abstractos de pensamiento)
¿Cómo se relacionan?
El modelo Flipped Classroom, como cualquier metodología, tiene una fundamentación cognitiva y conecta con la taxonomía de Bloom, correspondiendo sus distintos niveles de pensamiento con las tareas a realizar en los distintos escenarios de aprendizaje.
En la taxonomía de Bloom se estructuran los distintos procesos de aprendizaje y se ordenan desde las habilidades de orden inferior a las habilidades de orden superior. En la enseñanza tradicional, los dos primeros niveles se realizan en la clase mediante la enseñanza directa por parte del docente y es en casa donde los alumnos transfieren la información en conocimiento, realizando las tareas más complejas (habilidades de orden superior) sin el apoyo del docente fuera del aula.


En el año 2008, Andrew Churches actualizó la Taxonomía de Bloom revisada del año 2001 por Loris Anderson para ponerla acorde con la nueva era digital. En esta, añadió cada categoría con verbos y herramientas del mundo digital que permiten el desarrollo de las distintas habilidades de pensamiento establecidas por Bloom. En esta nueva modificación, no solo recoge los procesos cognitivos sino también métodos y herramientas que acompañan a cada uno de las seis categorías. (Churches, 2009)


A modo de conclusión, se trataría de que habilidades menos complejas en la taxonomía de Bloom, como el recordar y comprender podrían desarrollarse sin la presencia directa del docente. Sin embargo, otras habilidades tales como aplicar, analizar, evaluar y crear (usar lo aprendido en situaciones, diferenciar los componentes, elementos, generar, producir, construir, elaborar,…. ) Todo esto puede hacerse en colaboración con el resto de compañeros, atendiendo a las distintas orientaciones del docente en el aula.
 ¿Qué te parecen estas conclusiones?
Un saludo. Mañana más y mejor.

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